miércoles, 12 de diciembre de 2012

Para el final.

Fácil comenzó con todas esas palabras sucias.
Sencillamente nos hacia ver muy estúpidos.
Aquella noche nos encontramos rendidos.
Nos acercamos sin problemas, sin angustias.
Lo que nos habíamos bebido fueron nuestras memorias.
En aquel entonces actuábamos como niños chicos.
Ya que todo lo que nos dijimos en el pasado no tiene sentido.
Sin imaginarnos sobre todo el odio que nos teníamos.
Comprendí que era un juego que hacíamos a propósito.
Y cuando mueras habrás caído en todo el amor que no tuvimos.
Colapsaste enamorándome, como yo a ti.
Terminamos como normales, sin final feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario