martes, 23 de abril de 2013

Diente de león.


Mis ansias son grandes al dejar volar mis cipselas, dejarlas ir por el grande cielo.
Espero un día que ellas, sin tener que esperar nada, se conviertan en aves en vuelo.
No dependen de nada más, mas que del viento en pleno movimiento de forma algo inútil.
Mayores son mis esperanzas que nunca toquen el triste y seco de esta tierra que vivo estando fértil.
Sensible es mi tallo, fácil de arrancar con ligera fuerza y termina mi vida en un soplar.
Lo bueno de mi tallo florece de alegre verde con el simple hecho de poder verte.
Y en las mañanas sin razón alguna me siento débil, sin ganas.
Puede que mi necesidad de que alguien me recoja me mata.
No disfruto mucho la compañía del sol durante mi amanecer.
Un toque de guerra de sus rayos me levanta poco a poco siendo yo frágil en mi ser.
Vivo en espera de lo que no quiero que suceda.
Pienso mas no razono, no les deseo esta vida a quien sea.
Vivo adormecido de mis sueños en vez de disfrutar el momento.
Soy diente de león, las despedidas son las que mas duelen.
El hecho que con el simple aire de un adiós desvanezca el momento para siempre y nunca vuelve.






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